ALIMENTACIÓN. CAPÍTULO 1

ALIMENTACIÓN DEL PERRO

Una de las bases para conseguir que tu perro esté sano y fuerte es la buena alimentación.

Seguro que muchos de vosotros, cuando os hablamos de la alimentación de los perros, automáticamente pensáis en piensos… Pero es mucho más complejo. Y precisamente, dada su complejidad e importancia, vamos a dedicar a este tema varios post.

Para hacerlo de una forma organizada, vamos a estructurarlo cronológicamente, es decir, vamos a empezar hoy por la alimentación del cachorro, seguiremos por el perro adulto y terminaremos, como ya habrás imaginado, con lo que debe de alimentarse un perro anciano, sin olvidarnos de casos especiales como alergias o enfermedades renales o digestivas.

1. CACHORROS

1.1 CACHORROS RECIÉN NACIDOS

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En varias ocasiones nos han preguntado cómo se debe cuidar a un cachorro recién nacido.

En realidad, la madre suele tener las herramientas necesarias para sacar a sus cachorros adelante, por lo que es muy importante tener bien cuidada a la madre, en esos momentos, lo mejor, es alimentarla con pienso para cachorros y aumentar la cantidad que se la suele administrar, de esa forma, mantendrá su energía, y producirá leche de mayor calidad.

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Pero, ¿qué pasa si la madre rechaza a algún/os cachorro/s?, ¿qué pasa si se la ha tenido que hacer cesárea y no reconoce a sus cachorros?, ¿y si no produce leche o produce insuficiente para toda la camada?, ¿y si el cachorro ha quedado huérfano?

Ante nosotros se presentan varias posibilidades:

LA MADRE NO PUEDE ALIMENTAR A SUS CACHORROS

Si la madre no puede alimentar a sus cachorros:

Durante las tres primeras semanas de vida (aproximadamente) te recomendamos que compres una leche artificial con calostro.

Suminístrasela con un biberón pequeño.

La postura de tu mano es importante, debes ponerla a modo de barrera, ten en cuenta que, cuando maman, empujan con las patitas delanteras para sacar más leche, por lo que intentarán hacer lo mismo cuando le des la leche con el biberón; así pues, intenta poner los dedos de tal forma que el cachorro pueda tener ese punto de apoyo.

 La temperatura de la leche debe ser la óptima, ten a mano un termómetro y sigue las indicaciones que estarán escritas en el paquete de la leche artificial, o bien, échate unas gotas en la parte interna de tu muñeca, la leche deberá estar más o menos a tu temperatura corporal.

Durante estas tres primeras semanas, los cachorros deben comer entre 6-8 veces al día, tenlo siempre presente.

Si la madre puede alimentar a sus cachorros, pero no tiene suficiente leche para todos, intenta alternar la leche materna con la artificial, pues la leche materna siempre les protegerá mejor frente a futuras enfermedades.

 Si la madre no produce leche, pero mantiene el instinto maternal, te recomendamos que dejes el cachorro junto a la madre nada más terminar cada toma, pues ella sabrá cómo cuidar de su cachorro.

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SIN PRESENCIA DE LA MADRE

Si la madre rechaza a sus cachorros o han quedado huérfanos: En este caso, no es importante únicamente alimentarles adecuadamente, hay que tener en cuenta:

  • La temperatura corporal: Un cachorro necesita calor para sobrevivir, nosotros solemos utilizar lámparas de calor o calefactores móviles. Intenta que estén más o menos a unos 25-30º durante esas tres primeras semanas. Intenta tocar y coger al cachorro de vez en cuando para controlar su temperatura corporal.

 

No pongas bajo el cachorro el calor directamente, como una bolsa de agua caliente o algo parecido, eso podría quemar al cachorro.

 

  • Higiene: Si tienes al cachorro sobre una sábana, sobre papel o sobre cualquier otra superficie que mantenga la temperatura, intenta cambiárselo a menudo, para que siempre se encuentre entre un ambiente limpio y seco.

 

No mojes al cachorro durante ese tiempo, para lavarle lo único que tienes que hacer es empapar un paño con agua tibia y pasar ese paño desde el abdomen del cachorro hacia el ano, sin apretar; eso no sólo le mantendrá limpio, sino que le ayudará a defecar y orinar. Con esto, estás simulando ser la madre limpiando a su cachorro con la lengua. Intenta hacer este paso después de cada toma.

 

  • Peso: Controla su peso una vez a la semana, observa que durante esas tres primeras semanas tenga una tripa gordita y redondita. Si ves que el cachorro no aumenta de peso lo suficiente, aumenta entonces la dosis de leche. Si ves que, aun así, no aumenta de peso, llévale al veterinario.

 

  • Ejercicio: Durante esas tres primeras semanas de vida los cachorros, aún sin poder ver ni oír, detectan a la madre y se mueven en su busca. El cachorro que estés cuidando deberá hacer lo mismo, intenta que busque tu mano y hazle moverse, pero hazlo con suavidad.

 

 Si es un cachorro sano, a medida que pasen los días logrará moverse con mayor facilidad, por lo que te recomendamos que acotes su espacio y pongas barreras para que el cachorro no se salga y poder mantenerlo a salvo.

 

  • Salud: Además de su temperatura y su peso, debes controlar su pelo, su apariencia y su estado de ánimo. El pelo del cachorro es brillante, y suelen estar gorditos. Si observas que al pelo le falta vida, que tiene la piel como acartonada, que no sube de peso todo lo que debería, o se le ve con poca energía y sin ganas de comer, llévale corriendo al veterinario, es quien mejor te va ayudar.
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Hasta aquí el post de hoy. Nos encantaría leer los comentarios sobre tus experiencias con cachorros recién nacidos, y, por supuesto, si tienes alguna duda, intentaremos resolverla y ayudarte.

Continuará…….

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